Hay tantas variables específicas para el dolor o la disfunción de cada cliente, que seguir una receta paso a paso pre-programada no sirve para el mejor interés del cliente.
En cambio, para poder ofrecer una atención clínica verdaderamente centrada en el cliente, ofrezco una gama completa de conceptos de tratamiento. Elaboré profesionalmente un programa de tratamiento personalizado para abordar los problemas específicos de cada cliente de manera que logren los mejores resultados posibles.
Todos los nuevos clientes comienzan el proceso clínico tomando el historial de un cliente, evaluando y documentando el rango activo de movimiento, equilibrio, marcha y alineación del cuerpo para determinar qué grupos musculares están involucrados.
Entre la amplia gama de técnicas manuales que podrían aplicarse se encuentran el sueco clásico, el tejido profundo, el miofascial, el compromiso activo, el estiramiento terapéutico, la terapia de puntos de activación, la movilización articular y la liberación craneal, todas con la presión adecuada guiada por el cliente.
Si la afección no es aguda, también puedo usar calor para ablandar el tejido fascial y llevar la circulación a las áreas isquémicas. Quizás algo de hidroterapia fría.
Al final de la sesión, podemos discutir qué comportamientos puede modificar o ejercitar el cliente para mejorar su condición.
En cuanto a la orientación de grupos musculares específicos o elementos estructurales a tratar para cualquier patología dada, mi protocolo debe ser sumamente exhaustivo y requiere un conocimiento específico de anatomía, patología y kinesiología.